Fui contratado como auxiliar administrativo en la Escuela Taller de Comunicación Digital Güímar en diciembre de 2006. Durante mis dos años de trabajo, además de mis funciones administrativas, realicé de forma voluntaria el mantenimiento informático de la escuela, ante la falta de personal municipal.

A finales de 2008, se inició un nuevo proyecto, la Escuela Taller Infoweb, y se propuso mantener el mismo equipo. Sin embargo, quince días antes de comenzar el nuevo proyecto, se me comunicó de forma inesperada que no sería contratado. La concejala Carmen Cabrera me comunicó personalmente, a través de la funcionaria Antonia, que no sería contratado para el nuevo proyecto.

El procedimiento selectivo llevado a cabo en el Servicio Canario de Empleo de Güímar adoleció de una falta de transparencia y objetividad, al parecer, ya que los resultados se encontraban predeterminados

Resulta llamativo que, a pesar de mi buen desempeño y de la evidente necesidad de un profesional con mis conocimientos, se haya llevado a cabo un proceso de selección que carecía de transparencia y objetividad. Me informaron que los seleccionados ya estaban decididos con antelación.

Posteriormente, supe que la persona contratada en mi lugar no contaba con las competencias necesarias para el puesto, lo que pone de manifiesto que la selección no se basó en criterios profesionales, sino en otros intereses. Esta situación evidencia una falta de compromiso con la mejora de los servicios públicos y un claro favoritismo político.